En algún lugar de nuestro subconsciente, creo que todos, tenemos un lugar donde idealizamos todo. Nos vemos paseando, viajando por tren a lo largo, de un largo viaje, alrededor del continente. Tomamos, tranquilamente, admirando el paisaje que corre por nuestra ventana. Viendo los carros veloces que corren por las carreteras; a niños diciendo adiós al paso de algún pueblito; al ganado comiendo a la orilla de un cerrito; y humo que sale de alguna planta eléctrica. Vemos hileras y más hileras de milpas de maíz en los valles. Vemos a lo lejos montañas y praderas, desiertos, limite de ciudades y aldeas.
Pero lo más importante dentro de nuestra mente, es el destino final: En alguna hora de algún día llegaremos a la estación. Tocarán bandas y la tambora...¡Nos saludarán con banderas! Ya que lleguemos muchos sueños maravillosos se harán realidad y los pedazos de nuestra vida cuadrarán, como haber terminado el mejor de nuestro rompecabezas. Qué incansable contamos las millas, maldiciendo las horas perdidas, esperando, esperando, esperando, la estación.
"Cuando llegue a la estación, ya la hice." Decimos, "cuando cumpla 18." "Cuando compre mi carro nuevo.""Cuando salga de la escuela.""Cuando encuentre un trabajo mejor." "Cuando me suban el sueldo." "Cuando cumpla la antiguedad en el seguro... Entonces seré feliz para siempre y por siempre."
Tarde o temprano nos tenemos que dar cuenta que no hay tal estación. Ningún destino a donde llegar de una vez y por siempre. La verdadera alegría de la vida es el viaje. La estación es sólo un sueño, que constantemente nos gana en el horizonte, como el arcoíris.
Vivir el momento es un buen lema, sobretodo si lo juntamos con el salmo 118:24: Este es el día que hizo el Señor, día en el que me alegro y regocijo.
No es la carga del hoy lo que vuelve a muchos hombres infelices. Es le resentimineto del ayer y el miedo del mañana. Resentimiento y miedo son ladrones gemelos que nos roban del hoy.
Por eso, deja de contar las millas. Mejor, sube más montañas. Come más helados. Anda descalzo más frecuente, nada en más ríos, contempla más puestas de sol, ríe más, llora menos, la vida debe ser vivida mientras vamos. La estación llegará suficientemente pronto.
Versión original en inglés.
THE STATION by Robert J. Hastings
Tucked away in our subconscious mind is an idyllic vision. We see our selves on a long trip that spans the continent. We are traveling by train. Out the windows we drink in the passing scene of cars on near by highways, of children waving at a crossing, of cattle grazing on a distant hillside, of smoke pouring from a power plant of row upon row of corn and wheat of flatlands and valleys, of mountains and rolling hillsides of city skylines and village halls.
But uppermost in our minds is the final destination. On a certain day at a certain hour we will pull into the station. Bands will be playing and flags waving. Once we get there so many wonderful dreams will come true and the pieces of our lives will fit together like a complete jigsaw puzzle. How restlessly we pace the aisles, damning the minutes for loitering-waiting, waiting, waiting for the station.
"When we reach the station, that will be it !" We cry. "When I'm 18" "When I buy my new Mercedes Benz !" "When I put the last kid thru college." When I have paid off the mortgage." "When I get a promotion." "When I reach the age of retirement, I shall live haply ever after." Sooner or later we must realize there is no station, no one place to arrive at once and for all. The true joy of life is the trip. The station is only a dream. It constantly outdistances us.
"Relish the moment" is a good motto specially when coupled with psalm 118:24 "This is the day which the Lord has made; we will rejoice and be glad in it." It isn't the burdens of today that drive men mad.It is the regrets of over yesterday and the fear of tomorrow. Regret and fear are twin thieves who rob us of today.
So stop pacing the aisles and counting the miles. Instead, climb more mountains, eat more ice cream, go barefoot more often, swim more rivers, watch more sunsets, laugh more, cry less. Life must be lived as we go along. The station will come soon enough.
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