de Targenieff
Una vez, Dios dió una fiesta a todas las virtudes, grandes y pequeñas, heroicas y humildes. Se reunieron todas en una gran sala del cielo. Y las invitadas disfrutaron muchisímo entre ellas, ya que todas eran muy conocidas la una de la otra. Y algunas incluso íntimamente aparentadas.
La conversación entre las virtudes era interesante y Dios estaba muy complacido.
De repente, Dios percibió dos buenas virtudes que parecían no conocerse la una de la otra y se encontraban un tanto incomodas en la mutua compañía.
Por lo tanto, Dios tomó una de esas bellas virtudes y llevándola hacia la otra, hizo una formal presentación:
"Benevolencia, esta es la Gratitud."
Y las dos hermosas virtudes quedaron grandemente sorprendidas, porque jamás en sus vidas se habían encontrado antes, frente a frente.
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