Déjame abrazarte un poquito, México.
Sé que estás asustado, que tienes miedo de cerrar tus ojos esta noche.
Estas no han sido semanas fáciles para ti en ningún sentido.
Sé que sientes incertidumbre e impotencia,
que eres casa de un pueblo herido el día de hoy;
que eres casa de un pueblo herido el día de hoy;
pero déjame abrazarte un poquito.
México, déjame consolar tu corazón;
México, déjame consolar tu corazón;
porque eres tierra de pueblo de luchadores, de solidarios,
porque eres casa de valientes, de los que no se rajan.
México, eres casa de gente que se la juega por el desconocido y que se crece ante el dolor. Gente que no tiene miedo de salir de sus casas a echarle la mano a otro.
No tengas miedo porque saldremos adelante, juntos,
así como salimos adelante del terremoto hace 32 años, de los huracanes, de enfermedades.
—y de tantos gobiernos corruptos—
así como salimos adelante del terremoto hace 32 años, de los huracanes, de enfermedades.
—y de tantos gobiernos corruptos—
No tengas miedo México,
porque nos hiciste un pueblo donde en momentos de sufrimiento el vulnerable se vuelve familia.
No te miento, hoy vi edificios destruidos y gente sufriendo.
Vi coches bajo de escombros y mucha, mucha necesidad.
Pero, ¿Sabes?
Vi listas y listas de personas buscando ayudarte.
Vi supermercados repletos de gente buscando víveres para los centros de acopio.
Personas con palas; paramédicos dispuestos a ir a donde fuera para brindar ayuda.
Vi estudiantes haciendo comida, vi abrazos entre vecinos.
Vi consuelo, vi amor, vi empatía.
Mantente fuerte.
Nos esperan momentos difíciles, momentos de incertidumbre y de noticias dolorosas para muchos familiares;
pero no dudes ni un minuto de que saldremos adelante, fuertes, fregones, —chingones—, es así como nos hiciste:
con el corazón en duelo y dolor pero con alegría, solidaridad y optimismo para hacer sentir mejor a nuestros hermanos.
Nos esperan momentos difíciles, momentos de incertidumbre y de noticias dolorosas para muchos familiares;
pero no dudes ni un minuto de que saldremos adelante, fuertes, fregones, —chingones—, es así como nos hiciste:
con el corazón en duelo y dolor pero con alegría, solidaridad y optimismo para hacer sentir mejor a nuestros hermanos.
Hoy descansa mi México.
Hoy no tengas miedo.
Hoy recupera tu fuerza porque el día de mañana nos espera mucho por qué luchar y nos espera todo para poder ayudar.
Hoy recupera tu fuerza porque el día de mañana nos espera mucho por qué luchar y nos espera todo para poder ayudar.
Canta México, canta y no llores.
No hay huracán, sismo e inundación que pueda derrumbar a una nación; donde el mejor amigo de un mexicano es otro mexicano.
Autor: Marce Mejía
Versión Internacional:
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